Contacto:

Sobre nosotros

BibliotecaCritica
Ver todo mi perfil

Seguidores

Con la tecnología de Blogger.
viernes, 10 de diciembre de 2010

Gramsci, Antonio- La cuestión meridional


Cuando regresa a Roma, pasa algunos meses con la familia. Su esposa, que espera al segundo hijo Giuliano, deja Italia el 7 de agosto de 1926, mientras la cuñada Eugenia regresa a Moscú el mes siguiente con el hijo Delio; Gramsci escribe del hijo que «me parece que ahora inicia para él una fase muy importante, aquella donde deja los recuerdos más tenaces, porque durante su desarrollo se conquista el mundo grande y terrible». Pero no será jamás parte de los recuerdos del hijo, éste no lo verá más.
En septiembre comienza a escribir un ensayo sobre la cuestión meridional, en la cual analiza los años del desarrollo político italiano desde 1894, año de los movimientos campesinos sicilianos, seguido de la insurrección de Milán de 1896, reprimida a cañonazos por el gobierno. Según Gramsci, la burguesía italiana, personificada políticamente por Giovanni Giolitti, de frente a la intolerancia de las clases marginadas de los campesinos meridionales y de los obreros del norte, más bien que alearse con las fuerzas agrarias, cosa que habría debido comportar una política de libre cambio y de bajos precios industriales, escoge el bloque industrial – obrero, con un consiguiente proteccionismo aduanal unido a concesión de libertades sindicales.
De frente a la persistencia de la oposición obrera, se manifiesta también contra los dirigentes socialistas reformistas, Giolitti buscó un acuerdo con los campesinos católicos del centro-norte. El problema es entonces, para Gramsci, una política de oposición que rompa la alianza burguesa-campesina, haciendo convergir a estos últimos en una alianza con la clase obrera.
La sociedad meridional, según Gramsci, está constituida por tres clases fundamentales: jornaleros y campesinos pobres, políticamente inconscientes; pequeños y medios campesinos que no trabajan la tierra pero que de las cuales obtienen una renta que les permite vivir en la ciudad, normalmente como empleados estatales, los cuales desprecian y temen al trabajador de la tierra y hacen de intermediarios al consenso entre campesinos pobres y la tercera clase, aquella de los grandes terratenientes, que a su vez contribuyen a la formación de la intelectualidad nacional, con personalidad del valor de Benedetto Croce y de Giustino Fortunato y son, aquellos, los principales y más refinados defensores de la conservación de este bloque agrario.
Para poder despedazar este bloque se necesitaría de la formación de una clase de intelectuales medios que interrumpan el flujo del consenso entre las dos clases extremas favoreciendo así la alianza entre campesinos pobres el y proletariado urbano.

Si alguien encuentra la tapa por favor no duden en enviarnosla.

Código: FE 3/509

0 comentarios:

Publicar un comentario